En esta ocasión vamos a hablar de otra conocida e importante lengua oceánica, el maorí.
La lengua maorí pertenece a la rama polinesia oriental de la familia austronésica, de la cual es su miembro más meridional.
Cuando el capitán Cook descubrió Nueva Zelanda en el siglo XVIII la población maorí ascendía a 300.000 personas y habían estado en la isla por unos quinientos años. Actualmente, el maorí es hablado Nueva Zelanda, especialmente en las áreas de Northland, Urewera y East Capopor por unas 170.000 personas lo que lo convierte en la primera lengua polinésica en cifras. El inglés ha tenido una considerable influencia en el vocabulario maorí y algo sobre la sintaxis. La primera gramática maorí apareció en 1815.
En 1820 se diseñó una escritura fonética para el maorí en Cambridge, traduciéndose la Biblia poco después.
Los primeros documentos impresos en lengua maorí fueron realizados por los misioneros europeos en 1815, pero no se consideró idioma oficial hasta 1987 con el Acta de la Lengua Maorí.
A punto estuvo de extinguirse a principios del siglo XX, pero ha experimentado un gran resurgir. Sus hablantes no son más de cien mil o ciento cincuenta mil (menos del 30% de la población), de ahí que muchos dirigentes maoríes enfoquen la enseñanza de su lengua como punto de partida para arraigar el sentimiento nacionalista. Con esta finalidad en las escuelas de grado medio se enseña una variante (kohanga reo, ‘lengua nido’) que ha sustituido a la que se enseña en las guarderías y en las escuelas primarias, pakeha (‘blanco’), con lo que en el año 1987 se consiguió que hubiese en la enseñanza primaria de Nueva Zelanda 1.600 niños bilingües. Aunque la alfabetización está extendida, la lengua está amenazada.
En cuanto a las variantes dialectales varían considerablemente en ámbitos fonológicos y léxicos.
Debido a la situación geográfica de Nueva Zelanda el maorí ha evolucionado de forma autónoma con relación a las demás lenguas polinesias.
Posee cinco vocales (que pueden ser largas y breves) y diez consonantes (h, k, m, n, ng, p, r, t, w, y wh), lo que la convierte en la lengua más rica fonológicamente hablando de las polinesias orientales. Se suele emplear la reduplicación como procedimiento para señalar el énfasis.
Desde el punto de vista gramatical tenemos que destacar el empleo de muchas partículas, que son palabras breves que funcionan como marcas gramaticales de varios tipos y se colocan delante o detrás de la palabra que modifican. Los prefijos y sufijos no son muy abundantes y las relaciones sintácticas se suelen indicar gracias a la variedad de nombres y tiempos verbales. El artículo indeterminado es he, el determinado es te y el usado con nombres propios ko/a. El orden de la frase es verbo, sujeto y objeto.
Uno de los préstamos que la lengua maorí ha hecho a muchas otras lenguas es la palabra kiwi.
A continuación, unas imágenes que nos muestran la extensión del maorí y un ejemplo de su escritura.
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