La cultura oceánica se ha visto influenciada desde hace muchos años por Europa, que ha afectado a muchos aspectos del mundo Australiano. A pesar de toda la influencia ejercida por la cultura Occidental sobre Oceanía, tanto en aspectos lingüísticos, como culturales, se conserva desde su origen muchos aspectos culturales y religiosos nativos.
A continuación hablaremos de estas culturas y religiones que no se han visto modificada por la cultura Occidental.
Las creencias religiosas de los aborígenes oceánicos pueden estudiarse en términos generales enmarcados en las distintas áreas culturales y geográficas. Quedan áreas sobre las que no se poseen datos o estudios suficientes, como, por ejemplo las de las zonas interiores de Nueva Guinea. Se puede precisar una mayor diversidad en ritos y creencias entre los pueblos melanesios, dentro de una generalización de elementos totemistas y agrícolas, frente a la depurada expresión de las cosmogonías de los polinesios, si bien en ambos grupos las prácticas mágico-religiosas desempeñan un papel importante en la vida cotidiana, vinculándose las creencias espirituales a la vida económica y social.
En la región de Nueva Guinea se tiene noción de tres órdenes de divinidades: los espíritus supremos o divinidades creadoras y ordenadoras, los espíritus de la Naturaleza, y los espíritus de los muertos. Los primeros reciben un culto a cargo de los iniciados en las sociedades secretas masculinas; las ceremonias se realizan con ocasión de las iniciaciones y festividades anuales, en las que está presente la preocupación por la fecundidad, celebrándose el culto exclusivamente en los lugares sagrados, o sea, en la casa de los hombres o en la plaza sagrada.
Los espíritus de la Naturaleza son considerados múltiples y variados, invisibles, pero que pueden tomar el aspecto de un animal, suelen ser malignos. Se les ofrenda un culto de carácter individual y preventivo.
Destacado de los primitivos pobladores de Nueva Guinea gira en tomo a las creencias y el culto a los espíritus de los muertos, siendo muy solemnes y variados los ritos funerarios.
En Melanesia igualmente se desempeña un importante papel el culto a los antepasados divinizados, relacionándose la mayoría de los aspectos religiosos y mágicos con los existentes en Nueva Guinea.
En Polinesia las creencias religiosas polinésicas están constituidas por un politeísmo naturalista que forma un panteón en cuyo vértice se encuentran tres dioses mayores que reciben distintas denominaciones y poseen diferentes atributos en cada uno de los archipiélagos.
El culto de los dioses superiores se desarrollaba en los lugares sagrados, en cuya entrada se colocaba la imagen de la divinidad, siendo dirigidas las ceremonias por los sacerdotes.
De gran importancia social y religiosa era la noción de tabú derivado del. La declaración de tabú sobre cualquier objeto lo hacía quedar fuera del contacto o apropiación de las personas desprovistas de mana. El quebrantamiento del tabú podía provocar la enfermedad o la muerte, no sólo del infractor, sino de todo el grupo.
El culto se polariza en torno a los espíritus de los antepasados, que pueden ser benéficos y ayudar a los vivos, pero que también pueden hacer daño, por lo que se les ofrendan sacrificios y libaciones; dirige el ritual el jefe del grupo.
Las creencias religiosas de Micronesia están influidas por elementos de origen melanesio y polinesio; desempeña también importante papel el culto a los antepasados.
Recibe el nombre de arte oceánico al desarrollado en el océano pacífico en un marco geográfico ocupado por las innumerables islas de Micronesia, Melanesia, Polinesia, y el continente australiano. Los caracteres generales de este arte son: espíritu esencialmente religioso y realismo intelectual, carácter mágico-simbólico, estilización y esquematización geométricamente de las formas.
En cuanto a aspectos artísticos los podemos diferenciar según las zonas.
En Nueva Guinea el arte está relacionado con el mundo de los muertos, abundan las representaciones humanas (estatuas y máscaras con nariz en forma de pico de ave) los cráneos humanos en los que se modelan facciones; las tallas en madera son las que más abundan son recipientes para alimento.
Como hemos podido observar, a pesar de ser culturas no influenciadas por la cultura Occidental, todas las religiones poseen muchos elementos comunes. Esto se debe a que todos los que las practican son seres humanos, y está demostrado científicamente que nos parecemos aunque vivamos en extremos opuestos de la tierra.